FASHION REBELS, LA MODA QUE NO PASA DE MODA :
“La vida consagrada a Dios se caracteriza por la profesión pública de los consejos evangélicos de pobreza, castidad y obediencia en un estado de vida estable reconocido por la Iglesia” (Catecismo de la Iglesia, 944).
¿Qué hace que algunas personas simplemente vayan contra corriente? En un mundo tan consumista en donde el último grito de la moda es un MUST en el clóset de cada joven.
Mientras el mundo nos crea una imagen de belleza, del cuerpo y el rostro perfecto, la Iglesia durante siglos ha predicado la verdadera belleza: un corazón que ama. Todos los #TT; #TrendingTopics; #Trends; #Fashion son pasajeros. Sin embargo, ha existido un #fashiontrend que ha durado más de una temporada, más de un año, más de un siglo.
Algunos le dicen locura, otros una escapatoria, habrán aquellos que lo llamen fanatismo. Nosotros le llamamos Vocación Religiosa. Una llamada de Dios invitando a la locura más grande de amor. Durante más de 2000 años ha sido un trend que algunos se han aventurado a aceptar abrazando la obediencia, pobreza y castidad; de manera tal que se pueda seguir a Dios hasta el extremo de morir; sí leíste bien… morir a las ideas que plantea el mundo sobre la felicidad.
No se necesitan 30 pares de zapatos, ni carteras Hermes, ni un anillo de diamantes azul de Chopard, ni un puesto de trabajo en una empresa multinacional, ni cenas en los mejores restaurantes, ni viajes para experimentar esta felicidad, solo se necesita dejarlo todo. Muchos podrán decir – Pero… qué precio tan caro; ¡no entiendo!; ¡no comprendo!; ¿me esta hablando en otro idioma?-
Sí, dejarlo todo por el todo, se trata de una libertad que el mundo no logra comprender, un amor inexplicable. Todo es basura comparado con Él.
Jesús le dijo: «Si quieres ser perfecto, vende todo lo que posees y reparte el dinero entre los pobres, para que tengas un tesoro en el Cielo. Después ven y sígueme» (Mateo 16, 21).
Hay tesoros en la tierra que son tan vanos que se acaban cuando morimos, pero hay otros que duran una eternidad. Es necesario preguntarnos ¿Quién soy? ¿Qué busco? ¿Qué necesito? ¿Qué quiero? A veces lo terrenal simplemente no basta, el alma se enfrenta a una constante búsqueda de algo más. Amar más, entregar más, ayudar más, guiar más, acompañar más, agradecer más…Más, más y más.
«Y todo el que haya dejado casas, hermanos, hermanas, padre, madre, hijos o propiedades por causa de mi Nombre, recibirá cien veces más y tendrá por herencia la vida eterna» (Mateo 16, 29).
La “moda” no está en el hábito, sino en lo que este esconde. Esconde el misterio más bello, el de dar su vida para el bien de los demás. Fácilmente pudiera ser una misionera de la caridad Son el Sari, una monja franciscana vestida de café, una laica consagrada con unas sencilla falda y sandalias pero esta “moda es mucho más que un simple pedazo de tela.
La “moda” que nunca pasa de moda es aquella de dejarse absorber por ideales tan terrenales e ir en busca de aquellos que salen de esta tierra. El tener el corazón abierto para todos y amarles igualmente a todos, el tener la mente abierta para comprender que los caminos de Dios no son los nuestros y que la obediencia es un pilar fundamental para entender su Voluntad, el tener como propiedad únicamente a Cristo y nada más.
1. ¿Cómo puedo estar segura de que Dios me llama?
Por medio de la oración, la búsqueda sincera de los deseos más profundos y la necesidad del mundo.
2. ¿A quién debo consultar?
Primero a Dios, luego sería bueno que tuvieras un acompañamiento de discernimiento de un sacerdote, religiosa o consagrado. Además debes consultarte a ti misma ¿Quién me llama? ¿Dios? ¿Mis temores a no encontrar novio? ¿Mis heridas a no ser lastimada de nuevo? ¿El deseo de ser santa? (se puede ser santo y laico) ¿Puedo estar completamente segura de que es Dios, y no algo externo o mis propias ilusiones o temores, quien me está llamando? ¿Qué quisiera haber hecho, si en estos momentos estuviera al borde de la muerte?
3. ¿Quién me puede decir si tengo o no vocación?
Tú misma, ningún acompañante serio puede hacerlo por ti. Quien te acompaña confronta y recoge lo que dices únicamente para clarificarte.
4. ¿Qué dice el Catecismo de la Iglesia Católica sobre la Vida Consagrada?
915. “Los consejos evangélicos están propuestos en su multiplicidad a todos los discípulos de Cristo. La perfección de la caridad a la cual son llamados todos los fieles implica, para quienes asumen libremente el llamamiento a la vida consagrada, la obligación de practicar la castidad en el celibato por el Reino, la pobreza y la obediencia. La profesión de estos consejos en un estado de vida estable reconocido por la Iglesia es lo que caracteriza la ‘vida consagrada’ a Dios.”
916. “El estado religioso aparece por consiguiente como una de las maneras de vivir una consagración ‘más íntima’ que tiene su raíz en el bautismo y se dedica totalmente a Dios. En la vida consagrada, los fieles de Cristo se proponen, bajo la moción del Espíritu Santo, seguir más de cerca a Cristo, entregarse a Dios amado por encima de todo y, persiguiendo la perfección de la caridad en el servicio del Reino, significar y anunciar en la Iglesia la gloria del mundo futuro.”
917. “‘El resultado ha sido una especie de árbol en el campo de Dios, maravilloso y lleno de ramas, a partir de una semilla puesta por Dios. Han crecido, en efecto, diversas formas de vida, solitaria o comunitaria, y diversas familias religiosas que se desarrollan para el progreso de sus miembros y para el bien de todo el Cuerpo de Cristo’.”
922. “Desde los tiempos apostólicos, vírgenes cristianas llamadas por el Señor para consagrarse a El enteramente con una libertad mayor de corazón, de cuerpo y de espíritu, han tomado la decisión, aprobada por la Iglesia, de vivir en estado de virginidad ‘a causa del Reino de los cielos’ (Mt 19,12).”
923. “‘Formulando el propósito santo de seguir más de cerca a Cristo, [las vírgenes] son consagradas a Dios por el obispo diocesano según el rito litúrgico aprobado, celebran desposorios místicos con Jesucristo, Hijo de Dios, y se entregan al servicio de la Iglesia’. Por medio de este rito solemne, ‘la virgen es constituida en persona consagrada’ como ‘signo trascendente del amor de la Iglesia hacia Cristo, imagen escatológica de esta Esposa del Cielo y de la vida futura’.”