viernes, noviembre 22, 2024
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AGRADECE TU CRUZ

AGRADECE TU CRUZ :
Dice una homilía de #Pascua del Siglo II: “La cruz gloriosa del Señor resucitado es el árbol de la salvación. De el yo me nutro, en el me deleito, en sus raíces crezco. En sus ramas yo me extiendo”

Hoy es el 1er viernes de este maravilloso tiempo litúrgico y por ende el momento idóneo para pensar en ese árbol que nos trajo la salvación que celebramos: La Cruz.

La cruz fue un método antiguo de ejecución utilizado siete siglos antes de la época de Cristo y posteriormente adoptado por los romanos. La idea de esta tortura era infundir temor público, exhibiendo a los condenados a la vista todos y alargando su sufrimiento así como el tiempo de su muerte. Todo esto poseía una importante labor de adoctrinamiento social pues los penados sufrían las burlas y reprobación del pueblo y con ellos, sus familias.

La cruz estaba pensada entonces para exhibir. Diríamos hoy día, para “publicitar” las faltas y su castigo.

Podemos preguntarnos ¿cómo entender que Dios viera a bien una muerte en cruz para la redención de los hombres?…más aun tratándose de su propio hijo quien tendría que sufrir el suplicio.

Precisamente la mentalidad de Dios sobre la Cruz, sobre el dolor, sobre la dificultad o la pena, es por mucho distinta a la nuestra porque Él es capaz de “transformar” el sentido, la realidad y hasta la substancia de las cosas, pues justamente ha creado todo de la nada. Incluso ha creado aquello a lo que nosotros no podemos por nuestra propia razón otorgar sentido: el sufrimiento y la muerte.

De esta forma, como menciona la homilía que citamos al principio. La Cruz ha pasado de ser un instrumento terrible, horroroso, de espanto… a un signo glorioso, magnifico, incluso capaz en su naturaleza de reflejar la pureza y profundidad del AMOR DE DIOS.

Quien mira una Cruz y no se siente amado… aun no ha entendido el sentido de la muerte de Cristo. Se ha quedado en su muerte… no lo ha visto resucitar aun.

En este día pide a Dios poder ver tu propia cruz. Poder valorarla, poder entenderla.

Agradece tu cruz… solo quien tiene una puede morir en ella cada día y resucitar igual que el Nazareno, para dar gloria a su Padre, que es también tu Padre.

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