El hablar en lenguas es la facultad a la que el Espíritu Santo conduce a un creyente de hablar en idioma desconocido. Cristo prometió las lenguas como una señal que seguiría a la predicación del evangelio. Y que esta señal no es dada por el hombre ni es ganada por sus obras.
HAY TRES REGISTROS PRINCIPALES EN LA BIBLIA, DONDE ESTA SEÑAL DE HABLAR EN OTRAS LENGUAS SE MANIFIESTA. En primer lugar, da como manifiesto LA LLEGADA DEL ESPIRITU SANTO y en segundo lugar al CUMPLIMIENTO DE LA PROMESA DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO; para todo aquel creyente.
Y estas señales seguirán á los que creyeren: En mi nombre echarán fuera demonios; hablaran nuevas lenguas; (Marcos 16:17)
Y como vió Simón que por la imposición de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu Santo, les ofreció dinero, Diciendo: Dadme también á mí esta potestad, que á cualquiera que pusiere las manos encima, reciba el Espíritu Santo. Entonces Pedro le dijo: Tu dinero perezca contigo, que piensas que el don de Dios se gane por dinero. No tienes tú parte ni suerte en este negocio; porque tu corazón no es recto delante de Dios. Arrepiéntete pues de esta tu maldad, y ruega á Dios, si quizás te será perdonado el pensamiento de tu corazón. Porque en hiel de amargura y en prisión de maldad veo que estás. Respondiendo entonces Simón, dijo: Rogad vosotros por mí al Señor, que ninguna cosa de estas que habéis dicho, venga sobre mí. (Hechos 8:18-24)
PRIMER REGISTRO EN EL DÍA DE PENTECOSTÉS:
Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar. De repente vino del cielo un ruido, como el de una violenta ráfaga de viento, que llenó toda la casa donde estaban; Y APARECIERON UNAS LENGUAS COMO DE FUEGO, que se repartieron y fueron posándose sobre cada uno de ellos. Todos quedaron llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía que se expresaran. Estaban de paso en Jerusalén judíos piadosos, llegados de todas las naciones que hay bajo el cielo. Y entre el gentío que acudió al oír aquel ruido, cada uno los oía hablar en su propia lengua. Todos quedaron muy desconcertados, y se decían llenos de estupor y admiración: Pero éstos ¿no son todos Galileos? ¡Y miren ómo hablan! Cada uno de nosotros les oímos en nuestra propia lengua nativa. Entre nosotros hay partos, medos y elamitas, habitantes de Mesopotamia, Judea, Capadocia, del Ponto y Asia, de Frigia, Panfilia, Egipto y de la parte de Libia que limita con Cirene. Hay forasteros que vienen de Roma, unos judíos y otros extranjeros, que aceptaron sus creencias, Cretenses y Árabes. Y todos les oímos hablar en nuestras propias lenguas las maravillas de Dios. (Hechos 2:1-11)
En el día de pentecostés era necesario que los apóstoles supieran, sin lugar a dudas, que el Espíritu Santo en verdad había venido. Por eso les dio la señal de hablar en otras lenguas; y también para que los moradores de Jerusalén, que procedían de todas las naciones bajo el cielo oyeran en sus propias lenguas, las maravillas de Dios.
En esta ocasión la manifestación de la llegada del Espíritu Santo fue que se asentó en cada uno; lenguas humanas que existían de todas las naciones debajo del cielo, según como el Espíritu les daba. No se trataba de una traducción de lenguas, sino que ellos podían escuchar en sus propias lenguas las maravillas de Dios.
SEGUNDO REGISTRO EN LA CASA DE CORNELIO:
Todavía estaba hablando Pedro, cuando el spíritu Santo bajó sobre todos los que escuchaban la Palabra. Y los creyentes de origen judío, que habían venido con Pedro, quedaron atónitos: ¡Cómo! ¡Dios derrama y regala el Espíritu Santo también sobre los que no son judíos! Y así era, PUES LES OÍAN HABLAR EN LENGUAS Y ALABAR A DIOS.. (Hech 10:44-46) Ver también (Hech. 11:1-18)
En este caso, los judíos no creían que el evangelio pudiera pertenecer también a los gentiles. Por eso cuando los gentiles recibieron a Cristo, hacía falta una señal que confirmara, ante los judíos, la capacidad de los gentiles de recibir al mismo Espíritu.
TERCER REGISTRO FUE EN EL CASO DE LOS DISCÍPULOS DE JUAN EL BAUTISTA EN ÉFESO:
Y ACONTECIO que entre tanto que Apolos estaba en Corinto, Pablo, andadas las regiones superiores, vino á Éfeso, y hallando ciertos discípulos, Díjoles: ¿Habéis recibido el Espíritu Santo después que creísteis? Y ellos le dijeron: Antes ni aun hemos oído si hay Espíritu Santo. Entonces dijo: ¿Qué bautismo han recibido? Y ellos dijeron: El bautismo de Juan. Y dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en el que había de venir después de él, es á saber, en Jesús. Oído que hubieron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús. Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; Y HABLABAN EN LENGUAS, y profetizaban. (Hechos 19:1-6)
Este tercer caso que sucedió con los Efesios, fue para hacerles saber que aunque habían sido bautizados por el bautismo de arrepentimiento, era necesario que recibieran el bautismo del Espíritu Santo. La señal de las lenguas les fue dada para confirmar que habían recibido al Espíritu Santo.
Para cada uno de estos tres casos hay razones específicas por las cuales el Espíritu Santo se manifestó dando como señal el hablar en otras lenguas.
¿CUÁL ES EL PROPÓSITO DEL DON DE LENGUAS?
El don de lenguas tiene varios propósitos:
1) SIRVE PARA EDIFICACIÓN, EXHORTACIÓN Y CONSOLACIÓN DE LA IGLESIA CUANDO SON INTERPRETADAS
2) SON TAMBIÉN UNA SEÑAL A LOS INCRÉDULOS.
El que habla lengua extraña, a sí mismo se edifica; mas el que profetiza, edifica a la iglesia. (1 Corintios 14:4)
1 Corintios 14
Hermanos, no seáis niños en el modo de pensar, sino sed niños en la malicia, pero maduros en el modo de pensar. En la ley está escrito: En otras lenguas y con otros labios hablaré a este pueblo; y ni aun así me oirán, dice el Señor.