martes, noviembre 19, 2024
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¿Cómo logro ser una mujer de oración y comunión con Dios?

Esta es una pregunta que en nuestro papel de madre, esposa, hija y trabajadora, nos hemos planteado muchas veces. Nuestra inquietud por desempeñar cada función y cumplir nuestras responsabilidades tratando de llenar las expectativas de los demás y las nuestras propias pueden agobiarnos y frustrarnos sino aprendemos a descansar en el Señor.

Dios puede ajustarse de una manera perfecta a nuestra vida levemente imperfecta. El tiene el poder de complementar nuestras imperfecciones y darnos las fuerza y el apoyo que necesitamos.

Muchas veces creemos que nuestra fuerza proviene de nosotras mismas y no nos damos cuenta que en esto siempre nos quedamos cortas, hasta que comprendemos que nuestra única fuente confiable de poder y fuerza proviene de Dios como dijo Pablo en Colosenses 1:10 “para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios; 1:11 fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad;”

Debemos de aprender dos cosas muy importantes:

PERMANECER EN SU PALABRA: Juan 15:5 “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos, el que permanece en mi y yo en el, este lleva mucho fruto, porque separados de mi nada podéis hacer”.

La palabra permanecer significa: “tener comunión, morar o habitar en”. Cuando moramos en El y El en nosotras es donde podremos mantenernos en comunión con Dios. Meditando constantemente en su Palabra podremos ser mujeres que tienen comunicación con el Señor

TENER FE: A menudo las mujeres somos impacientes y quisieramos solucionar la mayoría de situaciones de una manera rápida y a nuestra manera, pero déjame decirte que cuando actuamos así, muy pocas veces produce los resultados que deseamos. Un ejemplo es Sarai, cuando el Señor le habló que tendría un hijo, ella para solucionarlo rápidamente le pidió a Abraham que se uniera con su sierva Agar. Esto fue lo que decidió hacer ella en lugar de esperar el tiempo del Señor. Al final vemos que Dios cumple su promesa, les cambia de nombre y les da su hijo. Pero por el deseo de recurrir a la solución rápida y no esperar y creer en lo que Dios le había prometido, tuvo consecuencias de gran trascendencia en el proceso histórico de la humanidad.

Dios ve todo el panorama de nuestras vidas y nosotras solamente vemos una fracción, debemos de aprender a confiar en la Palabra de Dios y permitir que sus promesas y propósitos se cumplan en nuestras vidas. Cuando existe en tu corazón la necesidad de solucionar las cosas a tu manera y no la de Dios, puede estar reflejando tu falta de fe y sabiduría.

En conclusión debemos saber que para llegar a ser una mujer de oración y de comunión con Dios debemos de buscar continuamente Su Palabra, escudriñarla, y hacerla parte de nuestra vida, sin olvidar que el mejor ingrediente para que se cumplan sus planes en nuestra vida es ser una mujer de oración que cree y que habla fe. Solamente a través de la comunión con Dios, el conocimiento de Su Palabra y el temor reverente de hacer su voluntad, obtendrás la fe y la sabiduría para tomar decisiones en tu vida.

Efesios 3:16 “para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu; 3:17 para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, 3:18 seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura 3:19 y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.”

Empieza hoy y decide conocerlo más y dejarte formar para que su obra y sus planes que son buenos y perfectos puedas verlos tú en tu vida y en consecuencia puedas bendecir a tu familia y los que te rodean.

Toma tiempo para buscarle, HOY.

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