viernes, marzo 14, 2025
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Papa Francisco pide oraciones para la Jornada Mundial de la Juventud

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Papa Francisco pide oraciones para la Jornada Mundial de la Juventud :
El Papa Francisco pidió rezar en el viaje que realizará a Cracovia (Polonia) desde el próximo miércoles 27 al domingo 31 para participar junto a miles de jóvenes en la Jornada Mundial de la Juventud.

Después de rezar el ángelus desde la ventana del estudio del Palacio Apostólico, el Santo Padre recordó que “en estos días muchos jóvenes, de todas las partes del mundo, están yendo hacia Cracovia”. “También yo partiré el próximo miércoles para encontrar a estos chicos y chicas y celebrar con ellos y por ellos el Jubileo e la Misericordia, con la intercesión de San Juan Pablo II”, añadió.

A continuación Francisco pidió: “acompáñenme con la oración”. “Desde ahora saludo y doy las gracias a cuantos están trabajando para acoger a los jóvenes peregrinos, con numerosos obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas”.

“Dirijo un pensamiento especial a tantísimos aquellos que no podrán estar presentes en persona y seguirán el evento a través de los medios de comunicación”, dijo el Papa. “¡Estaremos todos unidos en la oración!”.

Hoy es fiesta de Santiago Apóstol

Hoy es fiesta de Santiago Apóstol :
El 25 de julio la Iglesia celebra la fiesta de Santiago el Mayor, uno de los doce apóstoles elegidos por el Señor y que se le representa vestido de peregrino o como un soldado montado en un caballo blanco en actitud de lucha.

San Crisóstomo dirá que él fue el apóstol más atrevido y valiente.

El “hijo del trueno” como le puso Jesús a él y a su hermano San Juan el Evangelista, es patrono de España y de su caballería, así como de los curtidores, veterinarios, equitadores y de varias ciudades en el mundo. Otras ciudades incluso llevan su nombre en países como Chile, República Dominicana, Cuba entre otros.

El nombre de Santiago proviene de las palabras Sant Iacob, del hebreo Jacob. Durante las batallas los españoles solían gritar «Sant Iacob, ayúdenos» y al decirlo rápido repetitivamente sonaba a Santiago.

Fue testigo con Juan y Pedro de la Transfiguración del Señor en el Monte Tabor, de la pesca milagrosa y de la oración de Jesús en el Huerto de Getsemaní, entre los pasajes más representativos.

La tradición cuenta que llegó hasta España a proclamar el Evangelio. La Catedral de Santiago de Compostela es considerada su principal Santuario, a donde peregrinan miles de personas cada año, deseosas de recorrer el Camino de Compostela.

El 9 de noviembre de 1982, cuando San Juan Pablo II visitaba esta Catedral española, hizo un llamado a Europa a reavivar “aquellos valores auténticos”, porque los otros continentes “te miran y esperan también de ti la misma respuesta que Santiago dio a Cristo: ‘lo puedo’”.

“Yo, Sucesor de Pedro en la Sede de Roma, una Sede que Cristo quiso colocar en Europa y que ama por su esfuerzo en la difusión del cristianismo en todo el mundo. Yo, Obispo de Roma y Pastor de la Iglesia universal, desde Santiago, te lanzo, vieja Europa, un grito lleno de amor: Vuelve a encontrarte. Sé tú misma. Descubre tus orígenes. Aviva tus raíces”, expresó el santo polaco.

El apóstol Santiago es conocido también por haber preparado el camino para que la Virgen María sea reconocida como «Pilar» de la Iglesia.

El Papa Francisco, en febrero de 2014, al reflexionar sobre los conflictos armados, señaló que Santiago nos da un consejo sencillo: “Acérquense a Dios y Él se acercará a ustedes”.

7 cosas que no sabías sobre la devoción al Divino Niño

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7 cosas que no sabías sobre la devoción al Divino Niño :
Si bien la Iglesia Universal celebra la Fiesta del Divino Niño en el mes de septiembre, este 20 de julio Colombia celebra a lo grande esta querida devoción cuya historia se remonta a los tiempos del mismo Cristo.

Aquí 7 cosas que quizás no conocías sobre la Devoción al Divino Niño

1. La confianza hacia el Divino Niño está fundada en la Biblia

Esta devoción tiene por objetivo transformarnos para ser cada vez más como Jesús, reconocer nuestra pequeñez y depender de Dios como niños:

“Yo os aseguro: si no cambiáis y os hacéis como los niños, no entraréis en el Reino de los Cielos”. (Mateo 18,3)

La confianza puesta en Jesús se fundamenta en Sus propias palabras:

“Y todo lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo”. (Juan 14,13)

2. La devoción al Divino Niño es muy antigua entre los católicos

Antiguos narradores cuentan que la devoción al Divino Niño empezó en el Monte Carmelo, en Israel. La tradición cuenta que a este monte, cercano a Nazaret, iba frecuentemente el Divino Niño acompañado de sus padres José y María y de sus abuelos San Joaquín y Santa Ana, a pasear y a rezar,

Los hombres que allí se reunían para orar le fueron tomando gran aprecio y cariño.

Después de que el Redentor subió al cielo, los religiosos moradores del Monte Carmelo siguieron recordando con gran cariño y devoción al Niño Jesús.

Luego cuando los Carmelitas se extendieron por Europa llevaron esta devoción a todo el mundo.

3. Varios santos difundieron la devoción

En el año 1200 San Antonio de Padua, y en el año 1500 San Cayetano, le tuvieron mucha devoción al Niño Jesús, y por eso en los cuadros se pinta a cada uno de estos dos santos, llevando en sus manos al Divino Niño.

San Antonio de Padua también fue un devoto entusiasta del Niño Jesús que según las imágenes que de él se conservan, mereció que el Divino Niño se le apareciera en una ocasión.

Otros santos que contribuyeron grandemente a difundir la devoción al Niño de Belén fueron Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz.

4. “Por los méritos de la infancia de Jesús, nada te será negado”

En el año 1636 Jesús le hizo una promesa a una monja carmelita del convento de Beaune en Francia, conocida como la Venerable Margarita del Santísimo Sacramento.

Cristo le dijo: “Todo lo que quieras pedir, pídemelo por los méritos de mi infancia, y nada te será negado”.

La monja, que falleció a los 29 años, recibió la misión de propagar especialmente la devoción a la divina infancia de Cristo.

5. Existen varias representaciones del Niño en el mundo entero

Desde hace unos 300 años la devoción al Niño Jesús se extendió rápidamente por Europa, América, Asia, África y Oceanía.

Entre las representaciones más conocidas se encuentran: El Niño Jesús de Praga, en Checoslovaquia; el Santo Niño de Atocha, en México; el Divino Niño de Arenzano, en Italia y el milagroso Niño Jesús de Bogotá en Colombia.

6. El P. Juan del Rizzo difundió esta devoción en Colombia

El sacerdote salesiano P. Juan del Rizzo llegó a Barranquilla (Colombia) en 1914 y con gran esfuerzo se dedicó a recaudar fondos para la construcción de un templo, aunque sin éxito. Fue entonces que tuvo la inspiración de pedir al Señor por los méritos de su infancia.

Desde entonces el éxito del sacerdote fue extraordinario y se convirtió en un gran devoto del Divino Niño, dedicando su vida a la propagación de la devoción.

En 1935 el P. del Rizzo fue trasladado a Bogotá, donde providencialmente se encontró con una preciosa imagen del Divino Niño; luego se la llevó a los campos de la obra juvenil salesiana en el barrio 20 de Julio.

De esta manera los fieles empezaron a venerar la imagen como el Divino Niño y son muchos los que hasta ahora dicen que al acogerse a esta advocación, han obtenido muchos milagros y conversiones.

7. El P. del Rizzo dio a conocer 4 condiciones para obtener favores del Divino Niño

En primer lugar ofrecer la Santa Misa durante Nueve Domingos, confesarse y comulgar al menos en uno de ellos.

2do. Dar una libra de chocolate (o equivalente en dinero o en comida) a los pobres.

3ro. Si la persona puede, que done víveres, o su equivalente en dinero, a las familias pobres.

4to. Propagar la devoción al Divino Niño narrando a otros los milagros que Él hace a sus devotos, repartiendo novenas, estampas y almanaques.

Orar cuando uno se siente pecador

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Orar cuando uno se siente pecador :
«Me da vergüenza volver a Dios»
El cristiano vive en una continua tensión y lucha por hacer el bien. Vive en una continua conversión. Puede suceder a veces que, reconociendo nuestra necesidad de conversión y de volver a Dios, considerando la grandeza de la propia miseria, de los pecados pasados o presentes, nos dé “vergüenza” volver a Él en la oración. Nos sentimos pecadores, indignos de ser llamados sus hijos, llenos de miserias, como manchados en lo más profundo de nuestro ser.

El demonio se puede servir de algo que es natural, como es un sentimiento de indignidad y de vergüenza del propio pecado, para paralizar nuestra marcha hacia Dios y bloquearnos en nuestro camino espiritual, porque creemos que nuestros pecados son demasiado grandes para poder volver con confianza al Señor para ir a hablar con Él de corazón a corazón, pedirle perdón e implorarle fuerza.

Entonces puede venir un enfriamiento espiritual, un alejamiento cada vez mayor de las fuentes de la gracia y un endurecimiento del corazón que no queríamos, pero es una consecuencia de nuestro cortar las relaciones con el Señor.

¿Qué debo hacer?
Es lógico sentir vergüenza del propio pecado. Los primeros hombres después de su pecado se escondieron de Dios. Cuando el Señor busca a los primeros hombres en el jardín y no los encuentra, Adán le dice: “Te oí andar por el jardín y tuve miedo, porque estoy desnudo; por eso me escondí” (Gen 3, 10). Adán tiene miedo de Dios y se esconde de Él. A veces nos pasa así a nosotros, a causa de nuestros pecados que se nos hacen muchos, grandes, como una montaña demasiado alta para poderla superar. Pero el pecado no es nunca motivo para abandonar la oración, sino debe ser ocasión para redoblarla. “Donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia” (Rom 5, 20). El enemigo de nuestras almas quiere fomentar el miedo a Dios. Si no conociéramos por la revelación el rostro misericordioso del Padre que nos muestra Cristo, tendríamos quizás razón para temer sus castigos y ocultarnos de Él, como hizo Adán.

Pero en la parábola del Padre misericordioso, el hijo pródigo no teme volver al Padre, aunque tiene vergüenza de presentarse ante Él, lleno de harapos, habiendo perdido todo, después de haber dilapidado su herencia con malas mujeres. Cuando se postra ante el Padre y recita la oración: “Padre, perdóname porque he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo. Trátame como uno de tus jornaleros” (Lc 15, 19.21), el Padre parece no oírle y el Evangelio ni siquiera nos dice cuál fue su respuesta. Sólo sabemos que manda a sus siervos traer los mejores vestidos y preparar un espléndido banquete.

Si el hijo no hubiera hecho esta oración de perdón al Padre, si se hubiera quedado rumiando su pecado, comiendo las pocas bellotas que le dejaban los puercos, no hubiera sido perdonado ni restaurado en su dignidad de hijo. No tengamos la tentación de abandonar la oración por el hecho de considerarnos pecadores. Al contrario, es entonces cuando más necesitamos la misericordia del Padre. Es entonces cuando el Padre se puede mostrar como lo que Él es, Misericordia infinita. Por eso cuando el peso de los pecados nos abrume, sepamos confiar en la misericordia divina y no temamos con plena confianza pedirle sinceramente perdón. Hagamos una oración de petición de perdón, serena y confiada. Sólo Él, en el sacramento de la confesión, puede sanar nuestras heridas y abrirnos con esperanza a una vida nueva.

Agradecemos esta aportación al P. Pedro Barrajón, L.C.

El contenido de este artículo puede ser reproducido total o parcialmente en internet siempre y cuando se cite su autor y fuente originales: http://www.la-oracion.com y no se haga con fines de lucro.

Recomendamos:

Jesús, el pecado y los pecadores: ¿Cómo actuaba Jesús ante el pecado y los pecadores? ¿Existe algún pecado imperdonable? ¿Cuál es? ¿Cómo debemos actuar nosotros frente al pecado según lo que Jesús nos enseña?

Los pasos de la confesión: Las cinco cosas necesarias para hacer una buena y fructífera confesión.

Diez frutos de la confesión frecuente: Es nuestra manera de “lavarle los pies” al Señor con nuestro arrepentimiento, y ungírselos con nuestro amor y nuestros propósitos de mejora.

Pilares y Fuentes de la Resiliencia

Pilares y Fuentes de la Resiliencia :
Pilares de la Resiliencia
Introspección: Es el arte de preguntarse a sí mismo y darse una respuesta honesta

Independencia: Se define como el saber fijar límites entre uno y el medio problemático , la capacidad de mantener distancia emocional y física sin caer en el aislamiento.

Capacidad de relacionarse: Habilidad para establecer lazos e intimidad con otras personas , para balancear la propia necesidad de afecto con la actitud de brindarse a otros.

Iniciativa: Significa el gusto de exigirse y ponerse a prueba en tareas progresivamente más exigentes

Humor: Aprender a encontrar lo cómico en la propia tragedia.

Creatividad: Capacidad de crear, orden belleza, y finalidad a partir del caos y el desorden.

Moralidad: O sea la consecuencia para extender el deseo personal de bienestar a toda la humanidad y la capacidad de comprometerse con valores. Este elemento ya es importante desde la infancia, pero sobre todo al pasar los 10 años.

Autoestima consistente: Es la base de los demás pilares y es el fruto del cuidado afectivo consecuente del niño o adolescente por un adulto significativo.

Etica: Conciencia y compromiso con uno mismo y la humanidad en la concreción de valores.

Fuentes Interactivas de la Resiliencia

Según Edith Grotberg para hacer frente a las adversidades, superarlas y salir de ellas fortalecido o incluso transformado, podemos tomar como factores de resiliencia de cuatro fuentes, que son :

1. Tengo
Personas alrededor en quienes confío y que me quieren incondicionalemnete
Personas que me ponen límites para que aprenda a evitar los peligros o problemas
Personas que me muestran por medio de su conducta la manera correcta de proceder
Personas que quieren que aprenda a desenvolverme sólo
Personas que me ayudan cuando estoy enfermo o en peligro o cuando necesito aprender

2. Soy
Una persona por la que otros sienten aprecio y cariño
Feliz cuando hago algo bueno para los demás y les demuestro mi afecto
Respetuoso de mí mismo y del prójimo

3. Estoy
Dispuesto a responsabilizarme de mis actos
Seguro de que todo saldrá bien

4. Puedo
Hablar sobre cosas que me asustan o me inquietan
Buscar la manera de resolver mis problemas
Controlarme cuando tengo ganas de hacer algo peligroso o que no está bien
Buscar el momento apropiado para hablar con alguien o para actuar
Encontrar a alguien que me ayude cuando lo necesito
Lo que aporta el concepto de resiliencia es entonces una mayor comprensión y conocimiento empírico de los factores que protegen al sujeto de los efectos deletéreos de las malas condiciones del ambiente humano y social que lo rodean y permite el diseño de métodos prácticos de promoción de dichos factores para asegurar un desarrollo favorable que prevenga la aparición de enfermedades físicas y/o mentales.

En síntesis

La resiliencia es un llamado al cambio:

de la pobreza, la depresión, la autoestima deteriorada, la ausencia de espectativas …

No la construye el sujeto por sí solo sino que se da en un contexto

La resiliencia es encontrar sentido de vida en cada circunstancia .

Y dirá Goethe: Toda situación es una oportunidad para algo

A lo cual agregaría Nietzsche: «quien dispone de un para qué es capaz de sobrellevar casi cualquier cómo»

La adversidad puede ser causa de mi destrucción o el trampolín a partir del cual crecer, todo depende de poder convertir la tragedia en un logro personal.

Por esto Jaspers afirma que las situaciones límite son un acicate para el hombre a través del cual, él decide en que tipo de persona habrá de convertirse .

5 extraordinarios Milagros Eucarísticos

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5 extraordinarios Milagros Eucarísticos :
Los católicos creen que Jesucristo está verdadera, real y substancialmente presente en la Santa Eucaristía. Y hay muchas historias de milagros eucarísticos a lo largo de la historia de Iglesia que parecen confirmar esta importante enseñanza.

Es importante señalar que ningún católico está obligado a creer que cualquiera de estas historias. Incluso si se han investigado y aprobado por la Iglesia, la Iglesia no da ninguna garantía absoluta para su autenticidad. Tampoco el dogma católico de la transubstanciación depende de la autenticidad de estas historias; esta se basa totalmente en la Escritura y en la Tradición apostólica.

1) Milagro de Lanciano – Siglo VIII

En el Siglo VIII, un sacerdote en Lanciano, Italia estaba experimentando dudas acerca de la presencia real de Jesús en la Eucaristía. En medio de una misa, mientras decía las palabras de la consagración (“Esto es mi cuerpo” y “Esta es mi sangre”), vio cómo el pan se transformó en carne humana y la sangre se coaguló en cinco glóbulos (se cree que en razón de las cinco llagas de Cristo). La noticia del milagro se extendió rápidamente, el arzobispo local inició una investigación, y la Iglesia aprobó el milagro.

La carne se conserva hasta nuestros días. El profesor de anatomía Odoardo Linoli llevó a cabo un análisis científico de la carne en 1971 y llegó a la conclusión de que la carne era tejido cardíaco, la sangre parecía ser sangre fresca y no había rastro de conservantes.

Se puede visitar la carne y la sangre milagrosa en la Iglesia de San Francisco de Lanciano, Italia.

2) El Corporal de Bolsena – Siglo XIII

Un sacerdote que había estado experimentando dudas acerca de la transubstanciación estaba celebrando una misa en Orvieto, Italia. Poco después de la consagración, la hostia comenzó a sangrar sobre el corporal (un paño litúrgico) en el altar. La historia se hizo conocida y el sacerdote se encontró con la papa que estaba de visita en la ciudad y confesó su pecado de duda. Actualmente, este corporal se mantiene en exhibición en la catedral de Orvieto.

Algunos historiadores, sin embargo, ponen en duda la veracidad de la historia, ya que los primeros registros de este hecho no aparecen hasta unos cien años después de que el milagro supuestamente se llevó a cabo. No obstante, el corporal sigue siendo un objeto de veneración.

3) La hostia de Siena, Italia – Siglo XVIII

El 14 de agosto de 1730, mientras los católicos de Siena, Italia asistían a un festival especial para la víspera de la fiesta de la Asunción, unos ladrones entraron en la Iglesia de San Francisco y robaron un copón de oro que contenía cientos de hostias consagradas.

Dos días más tarde, alguien notó algo blanco que sobresalía de la caja de ofrendas en otra iglesia en Siena. Los sacerdotes abrieron la caja y encontraron las hostias perdidas, en medio de telarañas y suciedad. Después de limpiarlas tanto como fue posible, las hostias fueron colocadas en un nuevo copón y fueron llevadas de nuevo a la Iglesia de San Francisco para hacer oraciones de reparación y veneración.

Dado que las hostias estaban sucias, los sacerdotes decidieron no consumirlas, sino simplemente dejar que se deterioren. Durante las próximas décadas, todo el mundo se sorprendió al ver que las hostias no se deterioraron, y más bien parecían frescas.

Dichas hostias se mantienen hasta hoy, más de dos siglos después, y todavía se pueden ver en la ahora basílica de San Francisco, en Siena, Italia.

4) El milagro de Chirattakonam, India – Siglo XXI

El 28 de abril de 2001, hubo una adoración eucarística en la parroquia de Santa María en Chirattakonam, la India, cuando de repente tres manchas rojas se materializaron en la hostia consagrada. El sacerdote no supo qué hacer, así que solo atinó a colocar la hostia de nuevo en el tabernáculo.

Unos días más tarde, y ya recuperado del asombro, el sacerdote volvió a revisar la hostia y las manchas rojas parecían dibujar el rostro de un hombre (¿Jesús?). Rápidamente encontró un fotógrafo y tomó fotos de la hostia.

5) El Milagro Eucarístico de Santarém – Sigo XIII

Una mujer vivíae en Santarém, Portugal en el Siglo XIII y estaba angustiada porque sospechaba que su marido le era infiel, así que decidió consultar con una bruja en busca de ayuda. La hechicera le dijo que el precio de sus servicios era una hostia consagrada.

Ella fue a Misa en la iglesia de San Esteban y recibió la Eucaristía en su lengua, se quitó la Eucaristía de la boca, lo envolvió en su velo, y se dirigió a la puerta de la iglesia. Para su sorpresa, y antes de salir del templo, la hostia comenzó a sangrar.

Aún así, se fue con la hostia sangrante hasta su casa Cuando llegó a casa y la guardó en un baúl. Esa noche, una luz milagrosa emanaba del baúl. Ella se arrepintió de lo que había hecho y a la mañana siguiente confesó a su cura lo que había hecho. El sacerdote fue a su casa y recuperó la hostia consagrada llevándola de nuevo al templo.

Después de una investigación y la aprobación del milagro, la iglesia pasó a llamarse Iglesia del Santo Milagro, y la hostia sangrante puede ser vista hasta nuestros días.

El Examen Diario de Valores

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El Examen Diario de Valores :
Hay que revisar la forma en la que aplicamos los valores en nuestra vida para alcanzar nuestras metas y objetivos.
Es necesario revisar cómo estamos viviendo los valores para alcanzar nuestras metas.

Ahora que hemos trazado nuestro Plan Maestro como la estrategia para adquirir y vivir los valores de forma continua, es muy importante no dejarnos vencer por las dificultades que se nos presenten.

El camino que hemos emprendido, es en cierta forma “cuesta arriba”; si las metas que nos propusimos para comenzar son relativamente sencillas, todavía existe un “enemigo” al cual debemos vencer: nosotros mismos.

Es muy fácil sentirnos motivados a alcanzar nuestras metas, sobre todo si las cosas salen bien; pero conforme pasa el tiempo, ese ánimo corre el riesgo de decaer por el natural cansancio, la rutina diaria de nuestro trabajo, las obligaciones cotidianas en casa o la escuela, el excedernos en la diversión…; en esos momentos, cuando “el ímpetu” comienza a desfallecer, necesitamos nuevos bríos para seguir luchando.

El recobrar ánimo no debe identificarse con el sentirnos bien, a gusto, cómodos y “con ganas” de continuar, de ahí la importancia de saber como va nuestra vida. Comparemos nuestro Examen Diario de los valores con la labor de un comerciante: este último revisa diariamente cuanto vendió, la ganancia o pérdida que obtuvo, los productos que más se vendieron y cuales le hicieron falta, con esos datos está en condiciones de establecer la estrategia del día siguiente, y así, impedir que su negocio vaya a la ruina.

Por eso es de vital importancia hacer el Examen Diario de cómo estamos viviendo los valores y si estamos cumpliendo con nuestras metas.

Para hacer nuestro examen, daremos los siguientes pasos:

1.- Establece 10 minutos diarios para reflexionar. Cualquier hora es buena, siempre y cuando tengas tiempo de hacerlo con calma. De otra manera, por la prisa o el cansancio perdemos de vista los detalles importantes.

2.- En una hoja de cuadrícula dibujarás una tabla con filas y columnas. Del lado izquierdo y en la primer columna, escribe la lista con las metas que propusiste en el Plan Maestro; en la parte superior de las siguientes columnas escribirás los días con su fecha

3.- En la parte inferior y después de la tabla, dibujarás tres columnas para escribir el resultado de tu examen (no olvides escribir la fecha), cada una tendrá los siguientes encabezados:

a) Lo que hice bien

b) Lo que hice mal y por qué

c) Lo que haré mañana

4.- Reflexionar y analizar cada una de las Metas. (Recordaremos algunos ejemplos vistos en el Plan Maestro):

– ¿Lo cumplí si o no?

Si; apunté todos mis pendientes.

(En el cuadro correspondiente al día, marcamos de alguna manera su cumplimiento (“/”) o incumplimiento (“X”), por ejemplo).

– ¿Qué hice bien?

Tuve mi agenda sobre el escritorio todo el tiempo y así no olvidé escribir.

– ¿Qué hice mal? ¿Por qué?

Estregué un trabajo fuera de tiempo, porque olvidé escribir la fecha en la que debía estar terminado.

– Lo que haré mañana.

Marcaré un espacio en la agenda para indicar la fecha (o la hora) en la que debo terminar cada tarea.

** Esto último puede convertirse en un medio para cumplir la Meta diaria y motivo de revisión.

Meta 2: Una vez por semana llamaré a un amigo para saludarlo.

– ¿Lo cumplí si o no?

Si; es media semana y pude platicar con Juan (tenía 2 meses sin saludarlo).

(Marcamos en el cuadro correspondiente).

– ¿Qué hice bien?

Escogí el mejor momento para la llamada, no tuve prisa y pude conversar tranquilamente.

– ¿Qué hice mal? ¿Por qué?

Todo salió bien, como estaba planeado…

– Lo que haré la próxima semana.

Conseguiré el número telefónico de Luis y buscaré el momento más oportuno.

Este mismo análisis lo haremos siempre, con todas nuestras metas. Recordemos:

“A mayor constancia, mayores resultados”.

Con todo lo anterior, podemos considerar que:

– Siempre habrá obstáculos.

– Al identificarlos rápidamente, estamos en condiciones de establecer las estrategias que nos ayudarán a superarlos concretando propósitos inmediatos, y de esta manera, alcanzar nuestros objetivos.

– Ver nuestros logros en la tabla de registro, es la mejor motivación.

– Tenemos más disposición para continuar cuando las cosas salen bien.

El vivir los valores y por consiguiente superarnos como personas, es un esfuerzo que vale la pena; no podemos renunciar a mejorar, si ya llegaste a este punto: ¡Adelante!, tu esfuerzo esta dando frutos.

¿Ser bueno es aguantar mucho?

¿Ser bueno es aguantar mucho? :
La verdad es que algunas veces hay que aguantar y otras hay que no dejarse. El criterio es buscar el bien mayor.

Pregunta:

La palabra de Dios habla de tolerancia, obediencia, discreción. ¿Esto quiere decir aguantar injusticias propias o ajenas? ¿Ver y no decir nada para evitar problemas? ¿Callar actos ajenos inapropiados? (J.G.V.)

Respuesta:

El centro de la vida cristiana es el amor. No cualquier amor, sino el que nos mostró Cristo, que podemos resumir bien con la expresión de Santo Tomás de Aquino: buscar el bien del otro.

Esto quiere decir que soportar a la otra persona no es un fin ni un bien en sí mismo. Hay veces que amar significa soportar pero otras veces significa hablar, denunciar, protestar, resistirse. El mismo Cristo nos mostró esto: por amor calló muchas veces, pero también por amor habló muchas veces. Por amor consoló a los tristes pero por amor denunció su hipocresía a los fariseos.

El amor, pues, tiene muchas expresiones y no puede resumirse en fórmulas fáciles como «aguantar todo», o lo contrario: «no dejarse de nadie». La verdad es que algunas veces hay que aguantar y otras hay que no dejarse. El criterio es: buscar el bien, el mayor bien posible para todos.

Ese criterio puede parecer pobre o ambiguo pero en realidad no lo es. Pensemos en una mamá. Por amor puede pasar una noche velando al hijo enfermo. Esto es aguantar. Pero también: por amor le dirá a ese hijo: «Tal o cual amistad no te conviene…» así ella misma sepa que el hijo le hará mala cara, o incluso la tratará groseramente. Cuanto mayor es el amor de una madre, más sencillo es para ella resistir cuando tiene que resistir o hablar y enfrentarse con cualquiera, con tal de buscar el mayor bien para el hijo amado.

Lo que entonces necesitamos es más amor, mucho amor, toneladas de amor. Necesitamos más amor del que tenemos. Necesitamos amar como sólo Dios ama. Eso no lo pueden nuestras fuerzas, pero sí lo podemos si lo pedimos de Dios con corazón humilde, perseverante y orante.