Cuando has llorado en angustia y dolor… Dios ha contado tus lágrimas.
Cuando crees que tu vida se ha detenido y el tiempo solo pasa… Dios espera contigo.
Cuando estás solo y tus amigos están muy ocupados, aún para una llamada telefónica… Dios está a tu lado.
Cuando has tratado todo y no sabes hacia donde ir… Dios te mostrará el camino.
Cuando nada tiene sentido y estás frustrado sin saber hacia dónde ir… Dios tiene la respuesta.
Si de repente tu mirada al mundo exterior se hace más brillante y encuentras senderos de luz… Dios te ha susurrado en el oído.
Cuando las cosas van bien, y tienes mucho que agradecer… Dios te ha bendecido.
No importa si te sientes bien o mal… Dios siempre está contigo y te acompaña en las buenas y en las malas.
Nunca dejes de hablar con Dios y contarle tus problemas, pues muchas personas buscan a alguien con quien hablar y desahogarse, sin embargo no hablan con el único que siempre va a escuchar con misericordia y paciencia, sin sacar a relucir tus errores.
Busca a Dios de corazón y cuéntale tus problemas, pues El siempre te acompaña y te cuida… lo creas o no… Te guste o no… Él nunca te abandona… porque te ama.
“Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia.” Jeremías.31.3
En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros: en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo en pago por nuestros pecados. Juan 4:9-10