miércoles, junio 25, 2025
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Santísimo Nombre de Jesús

Honramos el Nombre de Jesús no porque creamos que existe un poder intrínseco escondido en las letras que lo componen, sino porque el nombre de Jesús nos recuerda todas las bendiciones que recibimos a través de Nuestro Santo Redentor. Para agradecer estas bendiciones reverenciamos el Santo Nombre, así como honramos la Pasión de Cristo honrando Su Cruz (Colvenerius, «De festo SS. Nominis», ix). Descubrimos nuestras cabezas y doblamos nuestras rodillas ante el Santísimo Nombre de Jesús; Él da sentido a todos nuestros afanes, como indicaba el emperador Justiniano en su libro de leyes: «En el Nombre de Nuestro Señor Jesús empezamos todas nuestras deliberaciones». El Nombre de Jesús, invocado con confianza:

* Brinda ayuda a necesidades corporales, según la promesa de Cristo: «En mi nombre expulsarán demonios, hablarán en lenguas nuevas, agarrarán serpientes en sus manos y aunque beban veneno no les hará daño; impondrán las manos sobre los enfermos y se pondrán bien» (Marcos 16, 17-18). En el Nombre de Jesús los Apóstoles dieron fuerza a los lisiados (Hechos 3, 6; 9, 34) y vida a los muertos (Hechos 9, 40).

* Da consuelo en las aflicciones espirituales. El Nombre de Jesús le recuerda al pecador al padre del Hijo Pródigo y del Buen Samaritano; le recuerda al justo el sufrimiento y la muerte del inocente Cordero de Dios.

* Nos protege de Satanás y sus engaños, ya que el Demonio teme el Nombre de Jesús, Quien lo ha vencido en la Cruz.

* En el nombre de Jesús obtenemos toda bendición y gracia en el tiempo y la eternidad, pues Cristo dijo: «lo que pidáis al Padre os lo dará en mi nombre.» (Juan 16, 23). Por eso la Iglesia concluye todas sus plegarias con las palabras: «Por Jesucristo Nuestro Señor», etc.

Así se cumple la palabra de San Pablo: «Para que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra y en los abismos.» (Fil 2, 10).

Un especial devoto del Santísimo Nombre fue San Bernardo, quien habla de él con especial ardor en muchos de sus sermones. Pero los promotores más destacados de esta devoción fueron San Bernardino de Siena y San Juan Capistrano. Llevaron consigo en sus misiones en las turbulentas ciudades de Italia una copia del monograma del Santísimo Nombre, rodeado de rayos, pintado en una tabla de madera, con el cual bendecían a los enfermos y obraban grandes milagros. Al finalizar sus sermones mostraban el emblema a los fieles y les pedían que se postraran a adorar al Redentor de la humanidad. Les recomendaban que tuviesen el monograma de Jesús ubicado sobre las puertas de sus ciudades y sobre las puertas de sus viviendas (cf. Seeberger, «Key to the Spiritual Treasures», 1897, 102). Debido a que la manera en que San Bernardino predicaba esta devoción era nueva, fue acusado por sus enemigos y llevado al tribunal del Papa Martín V. Pero San Juan Capistrano defendió a su maestro tan exitosamente que el papa no sólo permitió la adoración del Santísimo Nombre, sino que asistió a una procesión en la que se llevaba el Santo Monograma. La tabla usada por San Bernardino es venerada en Santa María en Ara Coeli en Roma.

El emblema o monograma que representa el Santísimo Nombre de Jesús consiste de las tres letras: IHS. En la mal llamada Edad Media el Nombre de Jesús se escribía: IHESUS; el monograma contiene la primera y la última letra del Santísimo Nombre. Se encuentra por primera vez en una moneda de oro del siglo VIII: DN IHS CHS REX REGNANTIUM (El Señor Jesucristo, Rey de Reyes). Algunos equivocadamente sostienen que las tres letras son las iniciales de «Jesús Hominum Salvator» (Jesús Salvador de los Hombres). Los jesuitas hicieron de este monograma el emblema de su Sociedad, añadiéndole una cruz sobre la H y tres clavos bajo ella. Consecuentemente se inventó una nueva explicación del emblema, pretendiendo explicar que los clavos eran originalmente una «V», y que el monograma significaba «In Hoc Signo Vinces» (En Esta Señal deben Conquistar), palabras que, de acuerdo a un registro muy antiguo, vio Constantino en los cielos bajo el signo de la Cruz antes de la batalla en el puente Milvian (312).

También se sostiene que Urbano IV y Juan XXII concedieron una indulgencia de treinta días a aquellos que añadieran el nombre de Jesús al Ave María o se hincaran, o por lo menos hicieran una venia con las cabezas al escuchar el Nombre de Jesús (Alanus, «Psal. Christi et Mariae», i, 13, and iv, 25, 33; Michael ab Insulis, «Quodlibet», v; Colvenerius, «De festo SS. Nominis», x). Esta afirmación puede ser cierta; pero fue gracias a los esfuerzos de San Bernardino que la costumbre de añadir el Nombre de Jesús al Ave María fue difundida en Italia, y de ahí a la Iglesia Universal. Pero hasta el siglo XVI era desconocida en Bélgica (Colven., op. Cit., x), mientras que en Bavaria y Austria los fieles aún añaden al Ave María las palabras: «Jesús Christus» (ventris tui, Jesús Christus). Sixto V (2 de julio de 1587) concedió una indulgencia de cincuenta días a la jaculatoria: «¡Bendito sea el Nombre del Señor!» con la respuesta «Ahora y por siempre», o «Amén». En el sur de Alemania los campesinos se saludan entre ellos con esta fórmula piadosa. Sixto V y Benedicto XIII concedieron una indulgencia de cincuenta días para todo aquél que pronuncie el Nombre de Jesús reverentemente, y una indulgencia plenaria al momento de la muerte. Estas dos indulgencias fueron confirmadas por Clemente XIII, el 5 de setiembre de 1759. Tantas veces como invoquemos el Nombre de Jesús y de María («¡Jesu!», «Maria»!) podremos ganar una indulgencia de 300 días, por decreto de Pío X, el 10 de octubre de 1904. Es también necesario, para ganar la indulgencia papal al momento de la muerte, pronunciar aunque sea mentalmente el Nombre de Jesús.

Por: . | Fuente: Enciclopedia Católica || ACI Prensa

San Felipe y Santiago Apóstoles

Hoy 3 de mayo la Iglesia recuerda a San Felipe y Santiago Apóstoles, quienes murieron mártires a causa de su fe en Cristo.

San Felipe nació en Betsaida y fue discípulo de San Juan el Bautista. Felipe fue uno de los primeros apóstoles llamados por Jesús. Él fue quien preguntó a Jesús sobre la repartición de los panes: “¿Cómo vamos a darle de comer a tanta gente?” (Jn 6, 5-7)  y también fueron los paganos quienes deseaban conocer al Señor. (Jn 12, 20-22). Además, Felipe le pidió a Cristo en la última cena que le “muestre al Padre” (Jn 14, 8-11).

Felipe fue además quien pidió permiso a Jesús para ir a enterrar a su padre. “Sígueme y deja a los muertos sepultar a sus muertos” (Mt 8,21).

Después de la Ascensión, Felipe recibió el Espíritu Santo en Pentecostés, junto con los otros apóstoles y la Virgen María. Posteriormente partió para evangelizar la región de Frigia, actualmente Turquía, Hungría, Ucrania y el Este de Rusia.

San Felipe fue martirizado y murió crucificado y apedreado en Hierápolis. En el siglo VI las reliquias del apóstol fueron llevadas a Roma y colocadas en la Basílica de los Doce Apóstoles. El martirologio de la Edad Media celebraba su fiesta el 1 de mayo pero se cambió la fecha para el 3 de mayo.

Santiago es llamado el “Hijo de Alfeo” y también se le conoce como “El primo del Señor” porque su madre era pariente de la Virgen. A él se le atribuye la autoría de la primera epístola católica. Una de sus frases más profundas y famosas es: “La fe sin obras, está muerta”.

También encontramos en Los Hechos de los Apóstoles menciones al apóstol donde señalan que era muy querido por la Iglesia de Jerusalén y que lo llamaban “el Obispo de Jerusalén”. San Pablo lo considera en su carta a los Gálatas, junto con San Pedro y San Juan, una de las principales columnas de la Iglesia. Además, el Apóstol de Gentes comenta que después de su conversión fue a visitar a Pedro, pero no encontró a ningún discípulo sino a Santiago. Incluso en la última visita de San Pablo a Jerusalén, este fue directamente a la casa de Santiago, donde se reunió con todos los jefes de la Iglesia de Jerusalén. (Hech. 21,15).

En los registros históricos de la época, Santiago es llamado “El Santo”. Los fieles aseguraban que nunca había cometido un pecado grave, ni tomaba licores ni comía carne. Más bien, el apóstol pasaba mucho tiempo orando y fue por eso que se le hicieron callos en las rodillas.

En sus oraciones, le pedía perdón a Dios por los pecados de su pueblo. Por esa razón, la gente lo llamaba: “El que intercede por el pueblo”. Estas acciones conmovieron a muchos judíos y por el ejemplo de Santiago se convirtieron.

El éxito de su evangelización provocó escándalo entre los fariseos y escribas. Por ello, en un día de fiesta el Sumo Sacerdote Anás II, aprovechando la concurrencia, le dijo: “Te rogamos que ya que el pueblo siente por ti grande admiración, te presentes ante la multitud y les digas que Jesús no es el Mesías o Redentor”. Ante este pedido, Santiago respondió: “»Jesús es el enviado de Dios para salvación de los que quieran salvarse. Y lo veremos un día sobre las nubes, sentado a la derecha de Dios».

Los sumos sacerdotes se enfurecieron por esa respuesta pues temían que todos los judíos se convirtieran al cristianismo. Entonces tomaron a Santiago y lo llevaron a la parte más alta del templo y desde allí lo echaron hacia el precipicio. El apóstol murió de rodillas mientras rezaba: “Padre Dios, te ruego que los perdones porque no saben lo que hacen».

Atacan con explosivo imagen de la Virgen María en España

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El pasado 2 de mayo un desconocido atacó con un artefacto explosivo una imagen de la Virgen  Maria de los Desamparados en la iglesia del Real Convento de San Francisco en Velez-Málaga, Málaga (España). Afortunadamente los daños han sido menores y la policía trabaja para identificar al autor.

Según informa el diario ABC, el ruido alertó a los frailes franciscanos que se encontraban en la sacristía y que observaron a un joven que huía corriendo desde el interior de la iglesia.

Fue entonces cuando descubrieron el ataque a la imagen de la Virgen con un “cóctel molotov”, un artefacto explosivo que se fabrica con una botella de vidrio con gasolina y a la que se le prende fuego para después arrojarla y que al romperse contra el objetivo explote.

Sin embargo, en esta ocasión, el cóctel molotov no llegó a romperse ni a explotar, por lo que no se produjeron grandes daños en la iglesia pero sí en los ropajes de la imagen, según informa el diario.

El hermano mayor de la Cofradía del Huerto y los Desamparados, Francisco Ruiz, declaró a los medios de comunicación que la gasolina que contenía el cóctel molotov ha manchado buena parte del manto de la Virgen.

7 maneras de declarar tu amor

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7 maneras de declarar tu amor

Muchas veces, debido a la monotonía, la costumbre o simplemente la dejadez, nos hacen olvidar lo importante que son las expresiones de nuestros sentimientos hacia la persona amada, las declaraciones de amor son un aliciente, un bálsamo para cualquier relación.

Enlistamos abajo 7 formas de declarar tu amor y mantener la llama de la relación siempre encendida.

Martin Valverde – El Matrimonio.

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Martin Valverde – El Matrimonio

El matrimonio es una sabia institución del Creador para realizar su designio de amor en la humanidad. Por medio de él, los esposos se perfeccionan y crecen mutuamente y colaboran con Dios en la procreación de nuevas vidas.

No Temas al Amor!

Astronauta revela que recibió la Eucaristía en el espacio

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Astronauta revela que recibió la Eucaristía en el espacio :
Hace algunos años un grupo de astronautas que se encontraba en el espacio exterior, en una misión sobre el entorno del planeta Tierra, tuvo la oportunidad de recibir la comunión a bordo de la nave que los transportaba.

En abril de 1994, el astronauta Thomas D. Jones estaba a bordo de la nave Endeavour en una misión para estudiar los cambios en el torno de la Tierra. Con él viajaban otras cinco personas.

Entre ellos estaban los otros dos astronautas que recibieron la comunión: el comandante Sidney “Sid” Gutiérrez y el piloto Kevin Chilton. Para ambos esta era su segundo viaje al espacio, mientras que para Jones era el primero.

En su libro “Sky Walking: An Astronaut’s Memoir (Caminando por el cielo: Memoria de un astronauta)”, Jones recuerda que “estaba consciente de que cada día en el espacio era un regalo especial, sabía que se me había concedido un privilegio único”.

“Cada noche antes de dormir agradecí a Dios por esas maravillosas vistas de la Tierra y por el éxito de nuestra misión. Continuamente pedía por la seguridad de nuestra tripulación y para que tuviésemos un feliz encuentro con nuestras familias”.

En el texto, Jones indica que Kevin Chilton era ministro extraordinario de la Eucaristía y que había consigo llevado al viaje unas hostias en un portaviático de oro.

El domingo que estaban en el espacio, dos semanas después de Pascua, los tres se reunieron en la cabina de vuelo para comulgar. En ese momento “los tres agradecimos a Dios por las vistas de Su universo, por la buena compañía y por el éxito que habíamos tenido hasta ahora”, recuerda Jones.

“Kevin compartió el Cuerpo de Cristo con Sid y conmigo, y flotamos en la cabina de vuelo reflexionando en silencio en ese momento de paz y de verdadera comunión con Cristo”, indicó.

“Mientras meditábamos tranquilamente en la oscura cabina, una deslumbrante luz blanca irrumpió por el espacio y entró en la cabina. La luz radiante del sol que se avistó a través de las ventanas delanteras del Endeavour y nos dio calor ¿Que otra señal podíamos pedir sino esa? Fue la afirmación gentil de Dios de nuestra unión con Él”.

Conmovido hasta las lágrimas, Jones se alejó de sus compañeros. Vio el amanecer a través de las ventanas y debajo el Océano Pacífico, cuya superficie azul resplandecía con la luz del sol.

El astronauta narra que llamó a sus colegas para que apreciaran esa vista con él. “Con el agua viva abajo, bebimos en tonalidades incomparables con la paleta de cualquier artista humano”, recordó.

“Tras ese momento, Kevin dijo: ‘Es del mismo color azul que el velo de la Virgen, Tom’. Él tenía razón. Había encontrado la forma perfecta para expresar lo que estábamos viendo a través de la ventana”, expresó.

Pasados 10 años de este viaje al espacio, Jones expresó: “estamos designados a asombrarnos en el espacio. Si nuestra especie imperfecta ha encontrado tales destellos de deleite en nuestro primer encuentro tentativo con el cosmos, entonces verdaderamente hemos encontrado a un Dios muy cariñoso y generoso».

Actualmente Jones, Chilton y Gutiérrez están retirados. Jones ha participado en cuatro misiones espaciales, Chilton en tres y Gutiérrez en dos. Todos han recibido distintos premios de reconocimiento otorgados por la NASA.

Esta no fue la primera vez que alguien ha comulgado en el espacio. En el año 2013 el astronauta Mike Hopkins llevó al espacio seis hostias divididas en cuatro pedazos.

Para hacer esto obtuvo el permiso de la diócesis de Galveston- Houston. Las consumió durante las 24 semanas que estuvo en el espacio.

Hoy es la fiesta de Santa María de la Providencia, devota de las almas del Purgatorio

Hoy es la fiesta de Santa María de la Providencia, devota de las almas del Purgatorio :
Santa María de La Providencia fue una religiosa francesa que fundó la Sociedad de las Auxiliadoras de las Almas del Purgatorio, una congregación religiosa femenina que tiene como fin salvar las almas del purgatorio a través de las obras de misericordia espirituales y corporales.

Su nombre era María Eugenia Smet y nació en Francia el año 1825. Estudió en un colegio de religiosas donde adquirió una confianza total a la Divina Providencia, amor y devoción por las benditas almas del Purgatorio y una fuerte inclinación a la vida religiosa.

Al terminar sus estudios se propuso ayudar a los pobres. Solía cocinar y llevar el alimento a indigentes y enfermos.

En 1852 años hizo un voto de castidad. Y en 1855, por consejo del Santo Cura de Ars y de otros sacerdotes, se unió en París con otras jóvenes y fundó la comunidad de las «Auxiliadoras de las Almas del Purgatorio».

Un santo sacerdote jesuita redactó las Reglas o Constituciones para la nueva comunidad, las cuales fueron adoptadas y aceptadas en 1859. En ese mismo año, 28 señoritas, ante el Arzobispo de París, juraron cumplir las Reglas de la nueva Congregación.

La fundadora se llamó en adelante Madre María de la Providencia. Luego, fundó casas para la comunidad en varios lugares de Francia y envió misioneras a China.

Tiempo después padeció cáncer, lo que le sirvió para crecer en santidad por medio de la meditación. Falleció el 7 de febrero de 1871.

Sus religiosas tienen 119 casas en el mundo con 1.100 religiosas.