jueves, marzo 13, 2025
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Iglesia en Colombia y ONU piden mantener tregua con el ELN

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La Conferencia Episcopal de Colombia y la Misión de Verificación de la ONU en ese país solicitaron al gobierno y la guerrilla del ELN que se mantenga la tregua acordada en septiembre de 2017 y que llega a su fin este martes 9 de enero.

En un comunicado conjunto con fecha 8 de enero, los obispos y la entidad de la ONU exhortaron al gobierno de Juan Manuel Santos y al ELN a mantener “los logros obtenidos en materia de reducción de violencia durante los meses de vigencia del cese al fuego”.

“La Misión de Verificación de la ONU y la Conferencia Episcopal son conscientes de las dificultades del cese al fuego temporal y de la falta de consenso en relación con la implementación de determinados aspectos del Acuerdo de Quito”, indica el texto en relación a los diálogos de paz que se llevan a cabo en Ecuador.

Sin embargo, prosiguen, ambas instituciones exhortan al gobierno y a la guerrilla para que prosigan el diálogo y avancen “aún más hacia la reducción de la violencia y consolidar y ampliar los beneficios logrados para las comunidades desde el establecimiento del ceses al fuego el 1 de octubre”.

Los delegados del gobierno y de la guerrilla se han acusado mutuamente de incumplir algunos acuerdos, pero eso no ha sido impedimento para reanudar los diálogos en Quito este martes 9 de enero, donde podrían extender la tregua.

Hace unos días, el Presidente de la Conferencia Episcopal, Mons. Oscar Urbina, exhortó a las partes a proseguir los acercamientos y señaló: “no perdemos la esperanza porque sabemos que el camino de la paz es a través del diálogo y tenemos la esperanza de que se pueda continuar”.

Por: Aciprensa.com

Evangelio del día

Del santo Evangelio según Marcos 1,29-39
Cuando salió de la sinagoga se fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama con fiebre; y le hablan de ella. Se acercó y, tomándola de la mano, la levantó. La fiebre la dejó y ella se puso a servirles.
Al atardecer, a la puesta del sol, le trajeron todos los enfermos y endemoniados; la ciudad entera estaba agolpada a la puerta. Jesús curó a muchos que se encontraban mal de diversas enfermedades y expulsó muchos demonios. Y no dejaba hablar a los demonios, pues le conocían.
De madrugada, cuando todavía estaba muy oscuro, se levantó, salió y fue a un lugar solitario y allí se puso a hacer oración. Simón y sus compañeros fueron en su busca; al encontrarle, le dicen: «Todos te buscan.» Él les dice: «Vayamos a otra parte, a los pueblos vecinos, para que también allí predique; pues para eso he salido.» Y recorrió toda Galilea, predicando en sus sinagogas y expulsando los demonios.

¿Qué enseña la Iglesia Católica sobre la eutanasia?

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¿Un católico puede estar a favor de la eutanasia? El Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México (SIAME) publicó una guía sobre la posición de la Iglesia sobre la mal llamada “muerte dulce”, recordando que “la vida es un don de Dios y solo Él tiene poder para darla y quitarla”.

La reflexión del SIAME se enmarca dentro de la aprobación de la eutanasia en la Constitución de Ciudad de México en enero del 2017, tras una propuesta “empujada por Jesús Ortega, del Partido de la Revolución Democrática”.

Para el informativo de la Arquidiócesis de México, “la Sagrada Escritura es clara al señalar que la vida es un don de Dios y solo Él tiene poder para darla y quitarla. Bajo esta idea, toda persona, institución o gobierno deben hacer todo lo posible para ayudar a conservar la vida propia y la de los demás”.

Por esto, subrayó, “no es posible que ninguna persona, institución o gobierno considere que tiene derecho a quitar la vida de otra persona”.

“¿Qué sería de la humanidad si alguien se atreviera a decir quién debe vivir y quién no?”, cuestionó.

El informativo católico mexicano señaló que en la actualidad “se considera que la persona ha muerto cuando se le declara muerte cerebral. Cuando esto ocurre, aunque los órganos del cuerpo se conserven funcionando, se considera que la persona ha muerto”.

“En estos casos, resulta apropiada la donación de órganos para ayudar a que otros continúen viviendo”, destacó.

Sin embargo, advirtió, “mientras el cerebro siga funcionando se considera que la persona se mantiene viva aunque haya perdido motricidad (movimiento), sensibilidad, conciencia (aparentemente), y capacidad de comunicación”.

“La Iglesia pide que se hagan todos los esfuerzos posibles para ayudar a que la persona se mantenga con vida”, recordó.

El SIAME indicó que actualmente influye “en las decisiones para conservar o quitar la vida, el tema del dolor y el sufrimiento. Parece que con dolor no vale la pena vivir”.

“Esto refleja el pensamiento de una sociedad en la que solo es bien visto el confort y el placer; en la que el dolor o el sufrimiento parecen no tener lugar”, señaló.

“Sin embargo ¿cuál sería la medida del dolor? ¿Hasta dónde se podría o tendría que soportar? ¿Qué duele más, el dolor físico o el dolor moral? En este sentido, la Sagrada Escritura y la Iglesia enseñan que el dolor y el sufrimiento son parte de la vida misma y pueden tener un sentido redentor”.

El informativo de la Arquidiócesis de México subrayó que “si la ciencia dictamina que una persona está viva y deja de suministrarle la ayuda necesaria para que continúe viviendo, en el fondo se está cometiendo el delito de asesinato, aunque lo disfrace de ‘no se está matando, sino dejando morir a la persona’”.

“Esto sería comparable a dejar morir de hambre a un bebé que aún no es suficiente para obtener el alimento por sí mismo, y luego aducir que no se le mató, sino que el pequeñito murió por su culpa o deseo”.

El SIAME concluyó asegurando que “resulta inconcebible, y a todas luces inmoral, que el Constituyente haya convertido en derecho lo que en realidad es un delito”.

 

San Eulogio de Córdoba

Dicen que San Eulogio es la mayor gloria de España en el siglo noveno. Vivió en la ciudad de Córdoba, que estaba ocupada por los musulmanes o mahometanos, los cuales solamente permitían ir a misa a los que pagaban un impuesto especial por cada vez que fueran al templo, y castigaban con pena de muerte al que hablara en público de Jesucristo, fuera del templo.

Nació el año 800 de una familia que se conservaba fervientemente católica en medio de la apostasía general cuando la mayoría de los católicos había abandonado la fe por miedo al gobierno musulmán. Este santo será el que logrará renovar el fervor por la religión católica en su ciudad y los alrededores.

Su abuelo, que se llamaba también Eulogio, lo enseñó desde pequeño a que cada vez que el reloj de la torre daba las horas, dijera una pequeña oración, por ejemplo: «Dios mío, ven en mi auxilio, Señor, ven a prisa a socorrerme».

Tuvo por maestro a uno de los más grandes sabios de su tiempo, al famoso Esperaindeo, el cual lo formó muy bien en filosofía y otras ciencias. Como compañeros de estudios tuvo a Pablo Alvarez, el cual fue siempre su gran amigo y escribió más tarde la vida de San Eulogio con todos los detalles que logró ir coleccionado.

Su biógrafo lo describe así en su juventud: «Era muy piadoso y muy mortificado. Sobresalía en todas las ciencias, pero especialmente en el conocimiento de la Sagrada Escritura. Su rostro se conservaba siempre amable y alegre. Era tan humilde que casi nunca discutía y siempre se mostraba muy respetuoso con las opiniones de los otros, y lo que no fuera contra la Ley de Dios o la moral, no lo contradecía jamás. Su trato era tan agradable que se ganaba la simpatía de todos los que charlaban con él. Su descanso preferido era ir a visitar templos, casas de religiosos y hospitales. Los monjes le tenían tan grande estima que lo llamaban como consultor cuando tenían que redactar los Reglamentos de sus conventos. Esto le dio ocasión de visitar y conocer muy bien un gran número de casas religiosas en España».

Ordenado de sacerdote se fue a trabajar con un grupo de sacerdotes y pronto empezó a sobresalir por su gran elocuencia al predicar, y por el buen ejemplo de su santa conducta. Dice su biógrafo: «Su mayor afán era tratar de agradar cada día más y más a Dios y dominar las pasiones de su cuerpo». Decía confidencialmente: «Tengo miedo a mis malas obras. Mis pecados me atormentan. Veo su monstruosidad. Medito frecuentemente en el juicio que me espera, y me siento merecedor de fuertes castigos. Apenas me atrevo a mirar el cielo, abrumado por el peso de mi conciencia».

Eulogio era un gran lector y por todas partes iba buscando y consiguiendo nuevos libros para leer él y prestar a sus amigos. Logró obtener las obras de San Agustín y de varios otros grandes sabios de la antigüedad (cosa que era dificilísimo en esos tiempos en que los libros se copiaban a mano, y casi nadie sabía leer ni escribir) y nunca se guardaba para él solo los conocimientos que adquiría. Trataba de hacerlos llegar al mayor número posible de amigos y discípulos. Todos los creyentes de Córdoba, especialmente sacerdotes y religiosos se fueron reuniendo alrededor de Eulogio.

En el año 850 estalló la persecución contra los católicos de Córdoba. El gobierno musulmán mandó asesinar a un sacerdote y luego a un comerciante católico. Los creyentes más fervorosos se presentaron ante el alcalde de la ciudad para protestar por estas injusticias, y declarar que reconocían como jefe de su religión a Jesucristo y no a Mahoma. Enseguida los mandaron torturar y los hicieron degollar. Murieron jóvenes y viejos, en gran número. Algunos católicos que en otro tiempo habían renegado de la fe por temor, ahora repararon su falta de valor y se presentaron ante los perseguidores y murieron mártires.

Algunos más flojos decían que no había que proclamar en público las creencias, pero San Eulogio se puso al frente de los más fervorosos y escribió un libro titulado «Memorial de los mártires», en el cual narra y elogia con entusiasmo el martirio de los que murieron por proclamar su fe en Jesucristo.

A dos jóvenes católicas las llevaron a la cárcel y las amenazaron con terribles deshonras si no renegaban de su fe. Las dos estaban muy desanimadas. Lo supo San Eulogio y compuso para ellas un precioso librito: «Documento martirial», y les aseguró que el Espíritu Santo les concedería un valor que ellas nunca habían imaginado tener y que no les permitiría perder su honor. Las dos jóvenes proclamaron valientemente su fe en Jesucristo y le escribieron al santo que en el cielo rogarían por él y por los católicos de Córdoba para que no desmayaran de su fe. Fueron martirizada y pasaron gloriosamente de esta vida a la eternidad feliz.

El gobierno musulmán mandó a Eulogio a la cárcel y él aprovechó esos meses para dedicarse a meditar, rezar y estudiar. Al fin logra salir de la cárcel, pero encuentra que el gobierno ha destruido los templos, ha acabado con la escuela donde él enseñaba y que sigue persiguiendo a los que creen en Jesús.

Eulogio tiene que pasar diez años huyendo de sitio en sitio, por la ciudad y por los campos. Pero va recogiendo los datos de los cristianos que van siendo martirizados y los va publicando, en su «Memorial de los mártires».

En el año 858 murió el Arzobispo de Toledo y los sacerdotes y los fieles eligieron a Eulogio para ser el nuevo Arzobispo. Pero el gobierno se opuso. Algo más glorioso le esperaba en seguida: el martirio.

Había en Córdoba una joven llamada Lucrecia, hija de mahometanos, que deseaba vivir como católica, pero la ley se lo prohibía y quería hacerla vivir como musulmana. Entonces ella huyó de su casa y ayudada por Eulogio se refugió en casa de católicos. Pero la policía descubrió dónde estaba y el juez decretó pena de muerte para ella y para Eulogio.

Llevado nuestro santo al más alto tribunal de la ciudad, uno de los fiscales le dijo: «Que el pueblo ignorante se deje matar por proclamar su fe, lo comprendemos. Pero Tú, el más sabio y apreciado de todos los cristianos de la ciudad, no debes ira sí a la muerte. Te aconsejo que te retractes de tu religión, y así salvarás tu vida». A lo cual Eulogio respondió: «Ah, si supieses los inmensos premios que nos esperan a los que proclamamos nuestra fe en Cristo, no sólo no me dirías que debo dejar mi religión, sino que tu dejarías a Mahoma y empezarías a creer en Jesús. Yo proclamo aquí solemnemente que hasta el último momento quiero ser amador y adorador de Nuestro Señor Jesucristo».

Un soldado le abofeteó la mejilla derecha y nuestro santo le presentó la mejilla izquierda y fue nuevamente abofeteado. Luego lo llevaron al lugar de suplicio y le cortaron la cabeza. Poco después martirizaron también a Santa Lucrecia.

Por: n/a | Fuente: EWTN.com

Evangelio del día

Del santo Evangelio según Marcos 1,21-28
Llegan a Cafarnaún. Al llegar el sábado entró en la sinagoga y se puso a enseñar. Y quedaban asombrados de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.
Había precisamente en su sinagoga un hombre poseído por un espíritu inmundo, que se puso a gritar: «¿Qué tenemos nosotros contigo, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Sé quién eres tú: el Santo de Dios.» Jesús, entonces, le conminó diciendo: «Cállate y sal de él.» Y agitándole violentamente el espíritu inmundo, dio un fuerte grito y salió de él. Todos quedaron pasmados de tal manera que se preguntaban unos a otros: «¿Qué es esto? ¡Una doctrina nueva, expuesta con autoridad! Manda hasta a los espíritus inmundos y le obedecen.» Bien pronto su fama se extendió por todas partes, en toda la región de Galilea.

Santa Isabel Ana Bayley Seton

Nace Isabel Ana en Nueva York el 28 de agosto de 1774. Crece en el seno de la iglesia episcopaliana.

Contrae matrimonio con William Seton a la edad de veinte años y llega a tener cinco hijos. El 27 de diciembre de 1803 enviuda.

Años más tarde, el 14 de marzo de 1805 abraza el catolicismo, lo cual supone para ella múltiples pruebas, tanto interiores como exteriores, venidas de los parientes y amigos. Todas las supera con fe, amor y valentía.

Se aplica asiduamente a la vida espiritual. Educa con solicitud a sus hijos y, deseosa de entregarse a la actividad caritativa y educadora.

En 1809 en la diócesis de Baltimore funda el Instituto de Hermanas de la Caridad de San José, renovando la gesta de San Vicente de Paúl y Santa Luisa de Marillac. Dicho Instituto tiene por finalidad la formación de muchachas. Es la primera Congregación religiosa femenina en norteamérica.

Después de su muerte las Hermanas se unen a la Compañía de las Hijas de la Caridad de París, tal como fue su deseo desde los comienzos.

También funda la primera escuela parroquial católica en Estados Unidos.

Muere piadosamente en Emmitsburg, Maryland, el 4 de enero de 1821. Su beatificación tiene lugar el 17 de marzo de 1963, bajo el pontificado de Juan XXIII. El 14 de septiembre de 1975 es canonizada por el papa Pablo VI.

Dos grandes temas marcaron su vida espiritual: la fidelidad a la Iglesia y la eternidad de la gloria.

Es la primera santa de Estados Unidos de América. Su fiesta se celebra en el calendario de la iglesia el 4 de enero.

Convierten clínica de abortos en centro médico gratuito dedicado a la Virgen.

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La Fundación BVM adquirió una clínica de abortos en Estados Unidos y la convirtió en un centro médico gratuito dedicado a la Virgen María en la que ahora se atiende a pobres, indigentes, inmigrantes o personas sin seguro de salud.

BVM, siglas de Blessed Virgin Mary (Beata Virgen María), fue creada para adquirir la clínica de abortos Amethyst Health Center en la localidad de Manassas, estado de Virginia, y convertirla luego en un centro de salud gratuito.

Según cuenta la misma Fundación en su sitio web, la compra se completó el 29 de septiembre de 2015, día en que la Iglesia celebra a los santos arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael. “Definitivamente el Espíritu Santo tiene una idea clara sobre el momento justo” para que sucedan las cosas, comentaron.

El centro médico se llama ahora Mother of Mercy Free Medical Clinical (Clínica Médica Gratuita Madre de Misericordia), se inauguró el pasado 6 de diciembre y ha sido transferido a las Caridades Católicas de la Diócesis de Arlington.

El Obispo de Arlington, Mons. Michael Burbidge, bendijo la clínica médica gratuita el 19 de noviembre, el día en que la Iglesia celebró la primera Jornada Mundial de los Pobres, una iniciativa del Papa Francisco.

Los médicos, las enfermeras y los traductores que sirven actualmente de manera voluntaria en la clínica, conocen la historia del lugar.

El director de la clínica, Dr. Scott Ross, dijo al diario estadounidense The Washington Post que el personal se ha visto particularmente “alentado” al saber que son parte de “algo bueno” surgido en el mismo lugar donde antes se abortaba.

El Dr. Ross, que trabaja también en Novant Health UVA Heatlh System, recuerda que cuando el lugar era una clínica de abortos solía rezar afuera, como hacen muchos provida ante los abortorios, pidiendo por los bebés y sus madres.

Además del lugar, la Fundación BVM también mantuvo el número de teléfono de la clínica de abortos, que ahora ha redirigido a un centro de ayuda para embarazadas que se ha ubicado junto a la clínica gratuita.

Traducido y adaptado por Walter Sánchez Silva. Publicado originalmente en CNA; fuente: aciprensa.com 

Evangelio del día

Santo Evangelio según san Juan 1, 35-42

En aquel tiempo, estaba Juan el Bautista con dos de sus discípulos, y fijando los ojos en Jesús, que pasaba, dijo: «Este es el Cordero de Dios». Los dos discípulos, al oír estas palabras, siguieron a Jesús. Él se volvió hacia ellos, y viendo que lo seguían, les preguntó: «¿Qué buscan?». Ellos le contestaron: «¿Dónde vives, Rabí?» (Rabí significa ‘maestro’). Él les dijo: «Vengan a ver».

Fueron, pues, vieron dónde vivía y se quedaron con él ese día. Eran como las cuatro de la tarde. Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que oyeron lo que Juan el Bautista decía y siguieron a Jesús. El primero a quien encontró Andrés, fue a su hermano Simón, y le dijo: «Hemos encontrado al Mesías» (que quiere decir ‘el Ungido’). Lo llevó a donde estaba Jesús y éste, fijando en él la mirada, le dijo: «Tú eres Simón, hijo de Juan. Tú te llamarás Kefás» (que significa Pedro, es decir, ‘roca’).

Palabra del Señor.