Tengo treinta años, doce de casada y dos hijos. No amo a mi esposo, pero nunca se lo he hecho notar. El es muy celoso, pero como no lo quiero, he decidido no reclamarle nada.
por oposición de mi familia tuve que casarme con el que actualmente es mi esposo. pero sigo amando a mi ex-novio, que se encuentra en el exterior. Cuando se fue, me pidió que me fuera con él, incluso con mis hijos. Pero soy muy cobarde y no quise hacerlo.
Quisiera olvidarlo pero no puedo, siempre está en mi pensamiento. A veces me pongo a llorar porque no hice nada por salvar mi amor; ese amor que no he conocido todavía y que seguro no he de conocer.
Hasta me he enfermado del corazón. Estoy convencida de que sin amor la vida no tiene sentido. Ayúdeme por favor.
RESPUESTA
Sus padres cometieron un error, pero eso ya quedó en el pasado.
Señora, con recordar a su ex-novio no resuelve sus problemas actuales. Al poner su atención en su ex-novio, usted paraliza su vida, su voluntad y cualquier posibilidad de encontrar amor y paz. Usted tiene que madurar, analizando toda la situación en forma imparcial.
Recordar a su ex-novio es un sueño irresponsable que está arruinando su vida, la de su esposo y de sus hijos; es precisamente lo que la está alejando a usted más y más de su marido. Por fijar su atención en él, ni siquiera se ha dado cuenta de las cualidades de su marido.
Un hogar sin amor, confianza, armonía y familiaridad deja de llamarse hogar y sus hijos se convierten en las mayores víctimas de su obstinación.
¿Por qué vivir en la desilusión y la amargura, cuando puede proyectar su mente y voluntad a una vida optimista y armoniosa, haciéndose buena amiga de su esposo, tratando de descubrir sus sentimientos, sus planes, sus ideales?
Su actitud ha sido una constante acusación para con su esposo, y lógicamente él tiene que reaccionar con celos.
Recordar a su ex-novio es, además, infidelidad de corazón. Jesús dijo:
“Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. Pero yo os digo, que cualquiera que mira a una persona del sexo opuesto para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón” (Mateo capítulo 5).
Me duele decírselo, señora, pero este soñar con su ex-novio, de acuerdo con Dios, es adulterio en su corazón. Pero usted puede llegar a conocer el verdadero amor. Primeramente, deben perdonarse mutuamente. La Biblia, que es el mejor consejero siquiátrico de todo el mundo, porque proviene de nuestro Creador quien nos conoce a fondo, dice:
“Soportándose unos a otros y perdonándose unos a otros, si alguno tuviere queja contra el otro. De la manera que Cristo los perdonó, así también háganlo ustedes” (Colosenses capítulo 3).
Y la clave para encontrar el verdadero amor comienza al conocer a Cristo como nuestro Salvador personal. El es el único que puede lavar nuestra mente de todo lo negativo, llenándonos de amor y esperanza. En Romanos capítulo 5, dice:
“El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado”.
Ponga su vida en las manos de Cristo, y luego hable sinceramente con su esposo; explíquele su deseo de comenzar otra vez. Si así lo hacen, su hogar será renovado con Cristo como centro de la familia.
El hogar perfecto ante los ojos de Dios, es aquel donde se cumplen las palabras de 1a. Corintios capítulo 11:
“Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo”.