Cuando no hay comunidades cristianas, las familias se sienten solas y la soledad hace mucho daño, advirtió el Pontífice a los responsables internacionales del Movimiento «Equipos de Nuestra Señora», una institución para descubrir y vivir la riqueza del sacramento del matrimonio a través del diálogo, la oración y la formación.
Sebastián Sansón Ferrari – Ciudad del Vaticano
Cuiden a los recién casados, pues es importante que «vivan una mistagogia nupcial que los ayude a experimentar la belleza del sacramento recibido y una espiritualidad de pareja», fue una de las peticiones formuladas por el Santo Padre a los responsables internacionales del Movimiento «Equipos de Nuestra Señora», a quienes recibió en audiencia este sábado 4 de mayo por la mañana en el Vaticano. Fundada en 1938 por el sacerdote francés Henri Caffarel, la organización, comprometida con las familias, apoya hoy a 74.000 parejas de todo el mundo en su vida matrimonial.